Ruegan voces más altas
para los testigos de otoño
que acaban de llegar,
desintegran sonrisas muertas
pasan nuevos códigos de barras.
Abedul queriendo ser ciprés,
manos marchitas
escondidas tras cremas caras.
Magia emborronada con trucos,
risas de carnaval
bajo máscaras blancas.
Lo barato para acallar masas.
La política para poder comer
con aditivos sabrosos
a las tres de la tarde.
Hay tiempo
y se está acabando.
Hay hilos
demasiado tirantes.
El mar ya no quiere compartir su horizonte
¿a qué precio nos están comprando?
~